‘Ben-Hur’. Épica.

936full-ben--hur-poster«Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.»

Ben-Hur es la majestuosidad hecha cine. Es Charlon Heston dignificando la  profesión de actor cuando ríe, ama, sufre, sangra, odia y llora al encarnar a Judá Ben-Hur. Es Mesala, uno de los malvados más perverso que nos ha brindado el séptimo arte. Es la virtud de William Wyler y el arte de Miklós Rózsa. Es una colosal carrera de cuadrigas. Es dolor, odio y venganza. Es perdón y misericordia. Es un buen hombre dando de beber a otro buen hombre. Es la épica servida en todo su esplendor.

9/10

‘Harrison’s flowers’. Imágenes de la barbarie.

harrisons-flowers-movie-posterEuropa se desangró en la década de los noventa. No hablamos de depresiones económicas, corruptelas sistemáticas o secretos diplomáticos. Tampoco hablamos de Oriente Medio, África o la selva lationamericana. Hablamos, aunque muchos ni caigan en la cuestión, del corazón de Europa. Y de la guerra que en él se dio.

De eso trata ‘Las flores de Harrison’, una de las pocas producciones que se ha atrevido a desenmascarar las atrocidades ocurridas en los Balcanes. El penitente amor que Andie MacDowell siente por su marido, David Strathairn, será la excusa idónea para que aquélla se decida a adentrarse en las tinieblas de la batalla, mostrando el lado más salvaje e irracional de la especie humana. En este caso, Elie Chouraqui centra su atención en la guerra que enfrentó a Croacia con Serbia, mostrándonos únicamente los hechos ocurridos durante el triste otoño de 1991. 

La película conmueve, no tanto por el dolor que punza a nuestra protagonista ante la pérdida de su marido, sino por el desgarro que conlleva presenciar las brutalidades que se cometieron, por ejemplo, en las calles de Vukovar. En fin, una película digna y llena de valor que mira al pasado con la ilusión de no volver a caer en los mismos errores.

7.5/10 

‘Street kings’. Plana y efectista.

street_kings_ver2_xlg¿Notan el calor californiano? Pues deberían hacerlo si van a darle al play, dispuestos a ver esta cinta del reputado David Ayer. Si no están interesados en el cine policíaco, en las corruptelas de los altos cargos, en la depravación de los peones de sangre azul, en la fragilidad del sentido de la ética o en la violenta inmundicia de los barrios más peligrosos de los Estados Unidos, definitivamente dedíquense a otros asuntos.

Con todo, nos encontramos ante un guión que, pese a estar firmado por el mismísimo James Ellroy, muestra bastantes lagunas en su contenido. La música suena, pero lo hace sin gracia, pues todo el mundo conoce ya esta partitura. A ‘Street kings’ le falta espontaneidad, algo de originalidad. Aporta poco al género, además de contar, como principales debilidades, con un final previsible y un protagonismo excesivo para el planísimo personaje a quien da vida Keanu Reeves.

La inevitable comparación con ‘Training day’ (2001) deja muy mal parados a estos ‘Dueños de la calle’. Esta cinta anda más al mismo nivel de ‘Dark blue’ (2002). En fin, quizás sea el policíaco más flojo, por plano y efectista, que nos ha brindado David Ayer desde que decidió diseccionar las calles de la periferia angelina.

6.5/10 

‘This is 40’. Lucky now.

Si en 2005 nos trajo la graciosa ‘Virgen a los 40’, ahora Judd Apatow vuelve a la carga, siete años más tarde, con ‘This is 40’, otra película que ahonda en los entresijos de ser un cuarentón. En aquélla nos divertíamos con las andanzas de un soltero con vocación de capellán, mientras que en ésta recurrimos a la carcajada cuando vemos como Apatow disecciona lo que es la vida, básicamente el matrimonio con hijos, de dos personas que entran en una etapa espinosa de la misma.

Llena de buenos secundarios y múltiples matices, ‘Si fuera fácil’ termina por ser una carta abierta en la que el autor de la misma se sincera a través de la vía que mejor domina: la comedia. Todo queda resumido en las melancólicas palabras que Ryan Adams nos recitaba en su Lucky now…. «I don’t remember, were we wild and young. All that’s faded into memory. I feel like somebody I don’t know. Are we really who we used to be. Am I really who I was».

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7.5/10

‘The 40-year-old virgin’. Apología del tontaina.

forty_year_old_virginLa comedia norteamericana reciente le debe mucho a Judd Apatow. Éste, bien en su función de director/guionista bien en la de productor, lleva desde finales de los noventa brindando al público, junto a toda su troupe, un buen repertorio de historias que, aun no buscando la grandeza ni el célebre reconocimiento, han conseguido marcar una época en esto del cine.

En cualquier caso, ‘Virgen a los 40’ no termina de aclarar su discurso, pues pasa de la timidez extrema al desenfrenado albedrío para llegar, finalmente, a la típica historia de amor. Los matices brindados por los secundarios no sirven para tapar todos los agujeros de la trama, la cual alza el vuelo cuando opta por el gamberrismo y, en cambio, chirría al abusar del caramelo con la presencia, eso sí, excepcional, de Catherine Keener.

Luce mejor que nadie Steve Carrell, quien se dio a conocer al gran público gracias a este papel de tontaina que él mismo había diseñado en labores de guión. En fin, pese a no ser una obra redonda, el entretenimiento queda garantizado. Además, alguna carcajada espontánea consigue sacarnos. No está mal.

6.5/10

‘Absolute power’. La trastienda de La Casa Blanca

absolute_power_xlgEastwood se ríe de la política (o mejor, del político) con esta película menor. Lo hace, no obstante, de un modo indirecto, sutil, pues la caricatura es servida a través del digno entretenimiento, basado éste en la tensión narrativa y en la inquietud crónica que deriva del duelo entre el ladrón de guante blanco y el mismísimo Presidente de los Estados Unidos. Cojea la película cuando entran en acción el drama familiar y la investigación policíaca. Nada que no se pueda perdonar. 

Todo arranca en base al correcto guión del siempre solvente, y oscarizado, William Goldman. El Maestro se divierte en compañía de gente como Gene Hackman, Ed Harris,  Scott Glenn o Laura Linney, casi nada. En cualquier caso, no le pidan peras al olmo. No exijan más que el simple y llano entretenimiento. Eso sí, ‘Absolute power’ consigue  brindarnos, como mayor activo, uno de los prólogos más agónicos de la década de los noventa. Destellos de genialidad.

7/10 

‘The Master’. Turbiedad.

the-master-poster1«A partir de ahora, no puedes parpadear«. 

Me importa poco si la historia que aquí se nos muestra tiene algo que ver con la fundación de la Cienciología y Ron Hubbard. Dicen que sí, que simplemente Paul Thomas Anderson cambió nombres (La Causa y Lancaster Dodd) por aquello de ahorrarse pleitos innecesarios. Pero bien, digo lo de «me importa poco» porque es un tema que (por sensacionalista) no termina de atraerme. Igual que tampoco capto la complejidad hermética que (supuestamente) envuelve a esta historia, tan llena de matices y contrastes según los entendidos. 

Pero todo ello me da igual, pues solamente con ver a Joaquin Phoenix en escena, uno puede darse por satisfecho con ‘The Master’. La película es básicamente él, y su duelo con Seymour Hoffman. La interacción entre el errante vagabundo y el rechoncho hombre de afilada labia se le impregna a uno, calándote hondo en tu conciencia todo ese universo turbio que envuelve a esta narración. Ayuda a plasmar tal sensación el milimétrico guión de Anderson, capaz de pulir de manera espléndida a los personajes (atención a la maquiavélica Amy Adams), deparándonos, además, una serie de diálogos memorables.        

Película elegante, servida con estilo por la pluma de Paul Thomas Anderson. Éste siempre ha retratado a la perfección al solitario derrotado. Aquí lo borda pincelando a ese marinero varado en la tierra, siempre a punto de explotar, viviendo al límite entre arrebatos, tristeza y desesperación. ‘The Master’ nos deja, en definitiva, una historia poderosa, de extraño atractivo, que nos tiene cautivados durante todo su metraje. A uno le inquietan las andanzas de ese infeliz que, probablemente, verá su último atardecer en soledad, lleno de penas y sin atisbo de cordura.  

8.5/10 

«¿Libertad y ausencia de tiranía para ti? Freddie, marinero de los mares. No pagas alquiler. Eres libre para ir adonde quieras. Vete. Alcanza esa libertad sin tierra y buena suerte. Pues, si descubres una forma de vivir sin servir a ningún amo, sea cual fuere, cuéntanos a los demás cómo lo lograste. Serías el primero en la historia del mundo«.

‘Flight’. Moralina.

flight-us-posterLos primeros treinta minutos de la obra de Robert Zemeckis rozan el notable. La narración brilla con luz propia durante este intervalo de tiempo, consiguiendo acelerar nuestras pulsaciones al mostrarnos los interiores de la tragedia aérea. Sin embargo, superado este punto efectista y trepidante, la película comienza a desinflarse como consecuencia de un guión lleno de lagunas, un montaje errático, una duración excesiva y un final de empaque.

La historia da la sensación de estar descompensada, además de ser un tema bastante manido en la industria de Hollywood. No aporta nada nuevo. En cualquier caso, a la corrección de la factura técnica se le suma un Denzel Washington que brilla en su actuación de alcohólico desamparado, así como un John Goodman que ejerce nuevamente de secundario de lujo.

Viendo quien firma esta cinta, uno podría esperar mucho más de ella. El mejor Zemeckis solo aparece a cuentagotas durante el metraje de ‘Flight’. Lo dicho, más allá del prólogo del film y de la notable interpretación de Denzel Washington, el resto suena a mediocridad.

6.5/10

‘The impossible’. Dramón.

Impossible_810x1200Situémonos. En el mes de diciembre de 2004 un tsunami azotaba al océano Índico. El capricho de la naturaleza dejaba la escalofriante cifra de unas 250 mil pérdidas humanas. Muchos de ellos, eran turistas occidentales que disfrutaban de sus vacaciones navideñas en las paradisíacas vistas que ofrece el Sudeste Asiático.

Una de esos turistas era María Belón, la mujer que a través de sus vivencias y palabras terminaría por dar pie al buen drama aquí tejido por el dúo que conforman Juan Antonio Bayona y Sergio G. Sánchez. La historia, por tanto, no deja de ser una anécdota, una angustiosa pesadilla, como tantas otras se sucedieron durante aquella catástrofe natural.

No busquen en ‘Lo imposible’ una obra mayúscula porque no la van a encontrar. Nos sirven, eso sí, una importante ración de dolor, sufrimiento y esperanza. La gran baza del film es Naomi Watts, quien nos hace ser partícipes de la estoica actitud con la que se desenvuelve esa aturdida mujer que en medio de la desesperanza tan solo pensaba en auxiliar a un indefenso chiquillo. Nos brinda así una interpretación tan emotiva y humana que uno termina por perdonarle a esta verídica tragedia el puntito lacrimógeno y sensiblero con el que ha sido condimentada para cumplir con los gustos del gran público. 

7/10

‘Savages’. Amor, pop y drogas.

500d1e54480daEl universo de Don Winslow era llevado a la gran pantalla a través de la mirada de Oliver Stone. El propio escritor se inmiscuía en labores de guión, dando como resultado una notable historia que retrataba, toque comercial incluido, el mundo del narcotráfico en California.

La producción se encargaba de colocar savia nueva a modo de anzuelo como reclamo para el público joven. De ahí la presencia en el cartel de guaperas como Taylor Kitsch (Friday night lights), Blake Lively (Gossip girl) y Aaron Johnson (Kick-Ass), los cuales, por cierto, no lo hacen nada mal al encarnar al trío protagonista. Muy atinada la elección dado que, en el fondo, la película peca un tanto de efectista. Es decir, le falta convicción y seriedad al relato, pues Oliver Stone no traspasa la frontera, no va más allá, conformándose con mostrarnos a tres jóvenes norteamericanos viviendo al límite esta «aventura» repleta de Carteles, violencia y dinero ensangrentado. 

Lo dicho, una película notable a la que le falta ambición por ser algo más. No termina de creérselo, y es una lástima. El pincel con el que Winslow nos muestra la lacra del narcotráfico en la zona México-Estados Unidos queda complementado por el toque pop de Stone. Nadie se aburrirá con estos «savages» y, seguro, más de uno saldrá aterrorizado con el recital dado por Benicio Del Toro.

7.5/10