‘Los cronocrímenes’. Ópera prima a tener en cuenta.

Inteligente. Es lo primero que se te viene a la cabeza después de verla. Te tienes que comer el coco durante un momento para captarla. Incluso hasta te llegas a preguntar si has conseguido atar todos los cabos sueltos que hay.

Karra Elejalde se adentra en los bosques del norte. Ha visto a una chica desnuda con sus prismáticos. Allí, sin embargo, un tipo con la cara vendada trata de asesinarlo. El huye, y acaba refugiado en una máquina del tiempo controlada por el científico Vigalondo.

A partir de aquí, el ingenio y la originalidad se dan cita en ‘Los cronocrímenes’. Con tanto viaje uno puede encontrarse igual de perdido que su protagonista, pero lo que está claro es que la película es novedosa, el tratamiento más original que se la haya dado nunca a la famosa máquina del tiempo. Vigalondo, como ya demostrará en el mundo del corto (7:35 de la mañana), apunta maneras. Quizás, necesite de revisión para entender todos sus matices. Hay hasta quién se ha desmembrado los sesos buscándole coherencia.

* Spoiler

Tratemos de clarificar sus entresijos. Tenemos a Héctor1 observando con sus prismáticos a una chica que es obligada a desnudarse por Héctor2. El 1 llega al bosque para indagar, ha picado el anzuelo. Allí, el 2 le ataca, quiere recuperar su vida. El 1, paranoico ya, acaba dentro de la máquina del tiempo para ser el 2. Es decir, la historia se repetiría. Cuando hace de 2, cambia de papel y es él quien va a por el 1. Sin embargo, el 2 ya sabía que debía meterse en la máquina del tiempo y crear al Héctor3. Con el 3, nos daremos cuenta de que todo es inevitable, no se pueden cambiar las cosas. El destino está marcado. El único interrogante que nos queda, ¿por qué Héctor1 es movido a los bosques por el 2? ¿En qué momento se dio esa coincidencia entre 1 y 2? ¿por qué el 1 volvió al pasado? ¿dónde está el Héctor Zero? Como muchos han dicho ya, ¿qué fue antes el huevo o la gallina?.

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