¿Qué le sucedió a Sebastian? Esa es la gran incógnita que envuelve a la obra de Tennessee Williams, llevada a la gran pantalla por Joseph L. Mankiewicz y humanizada en las figuras de Montgomery Clift, Katherine Hepburn y Elizabeth Taylor.
A base de conversaciones en el jardín, centros hospitalarios, herencias codiciosas y lobotomías, la narrativa de Mankiewicz, tan sutil y pausada, nos irá sirviendo esta trágica historia a fuego lento. Cautivados por el misterioso argumento, nuestro sistema nervioso se irá corrompiendo al observar el angosto escenario diseñado, esencializado éste en el desesperado llanto de Elizabeth Taylor.
En fin, una película extrañamente atractiva y cuya virtud principal reside en su peculiar narrativa, de claro ritmo in crescendo. El sinsabor coge forma en la figura de la hermosa Elizabeth Taylor, quien esconde, entre agonías, sudores fríos y paranoias, la verdad sobre lo acaecido el pasado verano.
7.5/10