‘Jeux d’enfants’. Capaz o incapaz.

Tenía grandes referencias acerca de esta película, pues todos me habían hablado muy bien sobre ella. Nunca encontraba el momento oportuno para verla. Esto fue así hasta que anoche le dí al botón del play. Me frotaba las manos, esperando presenciar un recital francés en un género, la comedia romántica, que tanto dominan. 

Historia de amor servida de un modo original. La narrativa de Yann Samuell es fresca, mordaz y alocada. Consigue ofrecernos una estética cautivadora, además de unos brillantes diálogos. Sin embargo, a pesar de ésto y de las carismáticas interpretaciones de la pareja protagonista, Guillaume Canet y Marion Cotillard, el film termina por entrar en la redundancia al recurrir una y otra vez al recurso del juego, terminando éste por ser, en ciertos momentos, el fin en lugar del medio. Es decir, da la sensación de que Samuell termina por ahogarse en su propio ingenio, tan cap de lograr nuestra plena atención ante el sarcástico y (anti)romántico recital brindado como pas cap de conseguir que la historia avance de un modo espontáneo y natural.

‘Jeux d’enfantas’ no es más que el relato de una historia de amor entre dos personas que se han querido desde niños pero que jamás se han atrevido a decírselo sinceramente, con el corazón en las manos. Por tanto, atentos para ver una amalgama de sensaciones. Por momentos, triste y amarga. A ratos, alegre y dulce. Siempre dolorosa e hiriente, pero transmitiendo en todo momento esa sensación especial que acompaña a esa cosa llamada amor. Gustará a los más jóvenes y descolocará a los románticos más clásicos. En cualquier caso, una película agradecida de ver.

7.5/10

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