‘Supersalidos’. Qué tiempos aquellos.

Dos chavales están a punto de finalizar su período por el high school. Con la graduación en el bolsillo y un futuro universitario por delante, ahora sólo les queda una cosa relativamente importante: cepillarse a alguna chavalilla antes de poner tierra de por medio con todo ese mundo. Sin embargo, la cosa no será nada fácil, pues tanto Evan como Seth (por no hablar de Fogell) están en las antípodas del estrellato social. Es más, los pobres todavía no saben si quiera lo que es una fiesta estudiantil.

El film es un viaje directo de vuelta a la adolescencia. Cuenta, para ello, con un guión agilísimo (qué grandes diálogos), chispeante (tiene momentos del todo alocados) y terriblemente nostálgico. Conviene recordar que detrás de la máscara de film soez que le puso el marketing a modo de cebo (los chavales acudirían más al cine si en el trailer veían tías cachondas y escuchaban la palabra «polla» diecisiete veces), se esconde una película seria y calibrada (vale, por momentos sí es soez en su lenguaje… pero, ¿qué queréis?) que habla sobre la adolescencia. Es decir, habla sobre el valor de la amistad (muy buena la recreación de esa amistad entre los dos protagonistas). Habla sobre el instituto y sus entresijos (ser o no popular, he ahí la cuestión). Habla sobre las chicas, sobre cómo ligarlas, sobre cómo uno sueña con ellas. Y si tienes amigos, estás en época de instituto y buscas chicas, lo lógico es que el film también hable de las fiestas. Bueno, de la fiesta. Porque, al fin y al cabo, a esas edades una fiesta podía suponer toda una aventura, pero también toda una forma de vida (pues gravitaban en torno a ella gran parte de tus preocupaciones e inquietudes).

‘Supersalidos’ es un periplo por el mundo y ambiente juvenil. Es un canto lleno de nostalgia por aquellos años de tu vida. Es una joya que confirma a Greg Mottola como el nuevo John Hughes de nuestro tiempo, después de haber parido las sensacionales ‘Adventureland’ (2009) y la propia ‘Supersalidos’ (2007). Aunque conviene aclarar que a diferencia de aquélla, en ésta no es él quien se encuentra en las labores de guión (ese trabajo corresponde a Seth Rogen y Evan Goldberg). Curioso que los personajes del film y los dos guionistas se llamen de la misma forma. Eso me suena a relato «autobiográfico». Un relato realmente conseguido, pues en el fondo (a diferencia de otras películas de corte similar) todo en ella suena a verdadero. Esa es su gran virtud: retratar la adolescencia desde la sinceridad, desde la morriña por aquellos tiempos.

Spoiler

Puede que el papel de los dos policías sea el claro reflejo de «la eterna adolescencia». Gente que quedó anclada en ella. Los guionistas le han dando un puntito ácido a la idea insertando a estos tipos en el papel de hombre de la ley (un guiño muy gamberro).

Genial la relación entre Evan y Becca. Me la creo, suena a verdadera.

La adolescencia. En esencia, vendría reflejada en un carné falso de ciudadano mayor de edad de la isla de Hawai y de nombre McLovin. Ingenio puesto al servicio de la búsqueda de una botella de alcohol que tan sólo podría venir de la mente de un adolescente hipersalido.

Y la amistad a esas edades, la amistad de los dos protagonistas. También suena a verdadera. Ya lo creo que sí.

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