“El sueño americano no se roba, se trabaja“.
Una película tan sencilla como talentosa. Eso es lo que viene a ser ‘A simple plan’. Narrada por Sam Raimi e interpretada maravillosamente por gente como Bill Paxton, Bridget Fonda o Billy Bob Thornton, la clave de bóveda del film no es otra que un contundente guión que pone bien a las claras sus intenciones desde el primer momento: mostrar cuán fáciles de corromper son las personas.
Esta es, en definitiva, una historia de codicia y de desgarro, de avaricia y de sufrimiento, de mezquindad y de flagelo. Uno siente lástima por ese desgraciado al que interpreta Bill Paxton, quien abre este relato con unas palabras llenas de añoranza y nostalgia por los tiempos pasados: “Cuando yo era un niño, mi padre me contó lo que un hombre necesitaba para ser feliz. Cosas sencillas, la verdad. Una mujer a quien amar, un trabajo decente, amigos y vecinos que te admiren y respeten. Durante una época, casi sin darme cuenta, tuve todo eso. Era un hombre feliz“.
8/10