‘Matrix’. Libertad.

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Estamos en un futuro muy lúgubre. Un futuro cercano al siglo XXIII donde las máquinas han tomado el control del planeta. Tras una espectacular guerra que nos imaginamos, los humanos salieron derrotados por su propia creación, la tecnología. Ahora, éstos sólo sobreviven en Sion, la última ciudad humana. El último enclave de resistencia. Un reducto al que las máquinas quieren poner fin.

Tras la desaparición del sol, la fuente primaria de energía para las máquinas, éstas tuvieron que encontrar otra fuente de la que suministrarse, los humanos, a los que habían vencido en batalla. Los sometieron, los esclavizaron y empezaron a cultivarlos en cautiverio. Sus cuerpos físicos eran controlados, estaban encerrados dentro de unas cápsulas, chupándoles su energía, energía con la que mover el mundo tecnológico. Mientras, sus mentes eran liberadas a través de Matrix. Un mundo imaginario creado para aletargar a los hombres, para someterlos. En dicho mundo, todo es posible, pero nada es real. Sus guardianes, los agentes especiales, controlan Matrix, eliminan cualquier resquicio de rebelión.

Sin embargo, un grupo de libertarios encabezado por Morfeo y secundado por Trinity y su séquito (Enchufe, Apoc, Ratón, Tank, Dozer y el judas de Cypher), todos ellos humanos liberados que transitan por el mundo en su nave Nebuchanedzzar,  han puesto todas sus esperanzas en un hombre del que creen que será capaz de tumbar al enemigo, Neo. Al elegir la pastilla roja, descubriremos al mismo tiempo que Neo lo que es Matrix.

Espectacular cinta futurista que no sólo se sustenta en su gran argumento futurista, en clave distópica, sino también en sus efectos especiales, pioneros indudables de una nueva manera de hacer cine de acción. Los Wachowski, en su obra cumbre, crearon un antes y un después de Matrix. Ya nada volvió a ser lo mismo. Todo lo que rodea a esta cinta está en lo más alto de la historia del cine. Obra maestra.

Spoiler

Durante la mayor parte del metraje vamos aprendiendo con Neo lo que es real, y lo que es imaginario, artificial. Descubrimos Matrix de la mano de Morfeo y Trinity. Y sentimos la responsabilidad que poco a poco va creciendo en el interior de Neo. Una responsabilidad que se agiganta tras la visita al Oráculo. Sus palabras le penetrarán.

A partir de ahí, los Wachowski dejan la filosofía a un lado y comienzan con la acción. La atmósfera de opresión y asfixia que se había construido durante todo el film, se libera ahora. El rescate de Morfeo, capturado tras la traición de Cypher, será la excusa perfecta para que Neo demuestre si es el libertario que todos esperan o no. El final, entrando dentro del género de acción, es espectacular, por no decir que es el mejor que he visto. Y sí, Neo es el salvador. Controla Matrix, lo ha demostrado. Imagino que salvará a la civilización humana con la ayuda de su amada Trinity, de su mentor Morfeo y de la resistencia de Sion. No le brindo la oportunidad de jugar con mi imaginación a Reloaded y Revolutions, cine con alma de marketing, que echa por tierra en buena medida el logro de su antecesora, la inigualable Matrix.

Obviamente, también se le puede dar un voto de confianza a las secuelas. Ver si han seguido los dictámenes de nuestra imaginación. Si no es así, se las puede borrar de la memoria con bastante facilidad y sencillez.

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