‘The Master’. Turbiedad.

the-master-poster1«A partir de ahora, no puedes parpadear«. 

Me importa poco si la historia que aquí se nos muestra tiene algo que ver con la fundación de la Cienciología y Ron Hubbard. Dicen que sí, que simplemente Paul Thomas Anderson cambió nombres (La Causa y Lancaster Dodd) por aquello de ahorrarse pleitos innecesarios. Pero bien, digo lo de «me importa poco» porque es un tema que (por sensacionalista) no termina de atraerme. Igual que tampoco capto la complejidad hermética que (supuestamente) envuelve a esta historia, tan llena de matices y contrastes según los entendidos. 

Pero todo ello me da igual, pues solamente con ver a Joaquin Phoenix en escena, uno puede darse por satisfecho con ‘The Master’. La película es básicamente él, y su duelo con Seymour Hoffman. La interacción entre el errante vagabundo y el rechoncho hombre de afilada labia se le impregna a uno, calándote hondo en tu conciencia todo ese universo turbio que envuelve a esta narración. Ayuda a plasmar tal sensación el milimétrico guión de Anderson, capaz de pulir de manera espléndida a los personajes (atención a la maquiavélica Amy Adams), deparándonos, además, una serie de diálogos memorables.        

Película elegante, servida con estilo por la pluma de Paul Thomas Anderson. Éste siempre ha retratado a la perfección al solitario derrotado. Aquí lo borda pincelando a ese marinero varado en la tierra, siempre a punto de explotar, viviendo al límite entre arrebatos, tristeza y desesperación. ‘The Master’ nos deja, en definitiva, una historia poderosa, de extraño atractivo, que nos tiene cautivados durante todo su metraje. A uno le inquietan las andanzas de ese infeliz que, probablemente, verá su último atardecer en soledad, lleno de penas y sin atisbo de cordura.  

8.5/10 

«¿Libertad y ausencia de tiranía para ti? Freddie, marinero de los mares. No pagas alquiler. Eres libre para ir adonde quieras. Vete. Alcanza esa libertad sin tierra y buena suerte. Pues, si descubres una forma de vivir sin servir a ningún amo, sea cual fuere, cuéntanos a los demás cómo lo lograste. Serías el primero en la historia del mundo«.